Las crisis son un impacto muy profundo, que me hace buscar todos los mecanismos internos que pone en movimiento cada célula de mi Ser.

Es una conmoción interna que abarca cada intersticio molecular. Tira abajo todas mis creencias, todas aquellas estructuras viejas, aquello que yo concebía como ciertas.

Se rompe un gran cristal, todo aquello establecido, aquello del cual estoy cierto.

Es el fin de un ciclo y el comienzo de otro. En la crisis hay un derrumbe, tengo que echar mano de muchos factores externos, internos, mentales, sentimentales, físicos, espirituales.

Es una  ALARMA. Es la  RUPTURA, es el Miedo, la adrenalina, el cambio, el shock, es el apego- desapego.

Es el punto álgido donde pone en movimiento el espíritu de sobrevivencia, mis instintos más olvidados, la base primordial de mi existencia.

Nuevos planteamientos aparecen, a veces es el fin de mí ser, la hora cero, el tocar fondo, donde nada más que yo mismo puedo dar ese paso.

Miedo, temor, susto, pánico, terror diferentes afectos de una sensación de peligro de muerte.

Sobreviviré a todo esto? Que va a pasar conmigo? Sucumbo o cambio.

La certeza de lo conocido desaparece frente a este nuevo horizonte, no conozco este nuevo paisaje es totalmente diferente al anterior al cual yo estaba viviendo, el cual yo conocía, sabía sus mañas, sus reveses, ya dominaba, controlaba en todos sus aspectos esa forma.

Pero vida tras vida mi ser superior da la oportunidad de experimentar los sabores de este gran manjar que es la vida.

Sabor agrio, dulce, picante, salado, frío, caliente, tibio, amargo, amable, cruel, muchos son los sinsabores que me rodean, en este mar, en este océano de la vida.

Que voy a hacer, que va a ser de mí, me voy a ahogar, me voy a sentir sola, alguien me amará, estaré sola siempre por siempre jamás?

Me voy a morir. Miles de pensamientos de sobrevivencia me aturden, agravando aún más  mis pequeños grandes temores.

Es un barco que estaba en el mar, con aguas tranquilas y calmas, todo era perfecto, ya dominaba el timón, estaba limpio, todo en su lugar.

A lo lejos veo unas nubes las cuales me acerco lentamente, cada vez se vuelven más y más espesas, más oscuras y las olas comienzan a levantarse y los vientos cada vez más fuertes, no sé cómo enfrentar estas tremendas olas!!!!! Cada vez el barco se tambalea más, las olas invaden mi barco, y lo llevan a la profundidad y luego este emerge, No voy a poder!! Voy a sucumbir, el timón es débil frente a tal poder de la naturaleza, todo el barco se inunda, se rompen los postes, el terror me invade y en ese momento ME ENTREGO A DIOS, ¡AYUDAME PADRE! NO SE COMO, AYUDAME, AUXILIO. Rezo, rezo, rezo, AFERRANDOME A MI PRESENCIA INTERNA, ENTRE MEDIO DE TODO ESTO EXTERNO, APARECE UNA Luz interna de Paz, ya no puedo hacer nada, solo dejarme guiar, entregarme a ese padre supremo que me da sentido. Frente a esta incertidumbre. LA CERTEZA DE LA INCERTIDUMBRE ESTÁ EN LA ENTREGA, EN LA ACEPTACIÓN, EN DEJARME CONDUCIR, LLEVAR.

Luego extenuada de tantas emociones juntas caigo rendida a la voluntad de la tormenta, entregándome a la voluntad divina.

Que es todo este remezón que significa en mi eternidad, que es esta sinfonía del remecimiento?

SOLO QUEDAN LOS MAS FUERTES ¡!!!

SON PRUEBAS DE LA VIDA QUE HACEN AL MARINERO MAS SABIO, MAS HUMILDE FRENTE A LA INMENSIDAD DEL MAR.

¡Ponte de pie y confronta la situación, esto te permitirá jugar mejor el juego de la vida!

Hay grandes formulas para las crisis.

Urgencia floral.  Emergencia. Avellano. Abedul.  Fuerza de vida.

Teresita Espinoza Woters

Directora de la Escuela de Terapeutas florales Edward Bach  Chile.                                               

Preparadora Sintonizadora e Investigadora de Las Esencias florales de Chile.                                      

La Esencia de los Andes. Andessence.