Una vez más nos enteramos de noticias que nos hacen darnos cuenta que los fármacos no siempre son la mejor alternativa, menos cuando la información que nos entregan no es del todo transparente.

La farmacéutica Johnson&Johnson ha sido condenada por un juzgado de Arkansas, Estados Unidos, a pagar más de mil millones de dólares por minimizar los efectos secundarios del fármaco Riesperdal. Este medicamento es utilizado en el tratamiento de la esquizofrenia, el autismo, bipolaridad y la demencia en pacientes de alzhéimer.

Aumento de peso y el desarrollo de diabetes tipo II, son los potenciales efectos secundarios de este fármaco. En pacientes mayores, los posibles peligros son aún más serios y se relacionan con un mayor riesgo de sufrir ictus o accidentes cerebrovasculares.

Durante las casi tres semanas que ha durado el juicio, la compañía farmacéutica ha presentado abundante información para demostrar que actuó de forma responsable y no intentó ocultar ninguna información sobre los efectos secundarios del consumo del medicamento.

El de Arkansas no es el primer pronunciamiento judicial en contra de su antipsicótico. En enero, un tribunal de Texas se pronunció también en contra y dictó una multa de 158 millones de dólares.

Fuente: ABC