Mujer artista , pintas tu obra con cada pincelada que das, sin tratar de escapar de la abundancia del Arte mismo. Enriqueciendo el honor y la gloria de esta sociedad. Donde estás, pones la belleza y la estética, desarrollando todas tus virtudes, desafiando tus propias alas, y afirmando tu dignidad, en todos los ámbitos, como mujer.

No necesitamos copiar al hombre, ni competir con él. Con nuestros propios atributos, brillamos radiantes, sin alterar ni un ápice lo que somos. El validar la feminidad, es afirmar nuestra intuición, la sensibilidad, la espiritualidad, la maternidad, la esperanza de un mundo mejor; llenas de sueños y propósitos, un orden social medido en torno a la felicidad.

Las futuras generaciones dependen de nuestro aporte. No salimos de la costilla de Adán, y siempre tuvimos Alma, más allá de lo que las religiones decían. Este mundo necesita razonar desde la multiexperiencia femenina, representativa constante de los sentimientos, de la comunicación en el campo de la humanidad.

Mujer toma la brújula de lo que eres y sigue realzando la existencia y, al creerlo y sentirlo, te convertirás en un Cisne, y al verte muchos seres se inspirarán en Ti.

Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones con sus amigos, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades. Después de algunas semanas, una noche muy fría, el líder de aquel grupo decidió visitarlo. Encontró al hombre en casa, solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor. Adivinando la razón de la visita, el hombre dio la bienvenida al líder. Se hizo un gran silencio.

Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban en la chimenea. Al cabo de algunos minutos el líder, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas. Volvió entonces a sentarse. El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado, pero inquieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente.

En poco tiempo, lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón.
Muy pocas palabras habían sido dichas desde el saludo. El líder, antes de prepararse para salir, con las tenazas regresó el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato, la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo. Cuando el dirigente alcanzó la puerta para irse, el anfitrión le dijo: Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Regresaré al grupo. Buenas noches…

¿Por qué se extinguen los grupos? Muy simple: porque cada miembro que se retira le quita fuego y el calor al resto. A los miembros de un grupo vale recordarles que ellos forman parte de la llama. Es bueno recordarles que todos somos responsables por mantener encendida la llama de cada uno y debemos promover la unión entre todos para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero. Nosotros somos un tremendo grupo, un tremendo Clan. No importa si a veces nos molesta tantos mensajes que llegan al chat, lo que importa es estar conectados, en silencio algunos, otros muy activos; los amigos que aquí estamos reunidos es para conocer, aprender, intercambiar ideas, o simplemente saber que no estamos solos, que hay un grupo con el que podemos contar.

Mantengamos la llama viva. Aunque algunos se reporten esporádicamente ¡es bueno saber que mantienen su llama encendida! ¡GRACIAS POR SER PARTE DE MI HOGUERA!

Todo está cambiando. Antiguamente, los grandes buscadores miraban a Oriente, anhelando los conocimientos y la espiritualidad que de allí se emanaba. Pero, en la actualidad esa vibración originaria desde el Himalaya se ha transportado a la Cordillera de los Andes, la cual es un cordón que se asemeja a la columna vertebral del planeta.

En mi caminar, de sur a norte por este cordón montañoso, he ido descubriendo las esencias florales del Bosque Profundo, del Desierto Florido, del Altiplano, Asilvestradas, y las esencias del Centro del Mundo. Todos estos diferentes jardines florales, biodinámicos, han sido creados con un fin en su geometría, en su belleza, en sus colores, en su generosidad. Nos entregan nuevas formas de abordar problemáticas que hace 80 años no existían, o no tenían tanta relevancia, trayendo una nueva mirada de la humanidad y ayudándonos a adaptarnos y a resolver conflictos como el tiempo, nuevas formas de relacionarnos, de aprendizaje, de comunicación, de afinidad, con una novedosa perspectiva que nos permite crear, desde nosotros, un mundo mejor.

¿Has visto la belleza de las flores? ¿Cuántas flores existen en el planeta y por qué habitan ahí? La Florosofía surge de ver y sentir todo lo que las flores significan en la naturaleza. Cada vez que preparo y sintonizo una flor, esta contiene un mensaje que con sus códigos abre en nosotros una resonancia que hay en nuestro Ser.

El alma tiene sus leyes y el mundo material también tiene las suyas. La Florosofía, a través de las flores, permite esa conexión con el mundo espiritual, nos une a ese mundo sutil, racional e intuitivo, activando, limpiando, corriendo velos, poniendo en orden la mente, las turbulencias internas y clarificando los pensamientos de manera que podamos acceder, poco a poco, a la armonización de nuestras emociones y, por ende, a una salud íntegra, ayudándonos a subir nuestra vibración hacia el camino para una mayor felicidad.

Esto es un proceso y en la medida que tomamos esencias florales y, como dice el Dr. Bach, recuperamos el control de nuestra propia vida.  

La Florosofía no es solo una Terapia, es una forma de vida que impulsa al Terapeuta a ser mejor en su día a día. El Florósofo vive lo que dice, es coherente, le importa la humanidad, y cuando vive un problema, trata de resolverlo desde una mayor conciencia de responsabilidad. La Florosofía es el arte y la sabiduría que existe en tu interior, y activa las virtudes que están latentes como la semilla del Desierto Florido que espera la lluvia para poder nacer.