El término prima proviene de «primer» y vera de «verdor»: “El primer verdor”. El reverdecimiento de la NATURALEZA.

La primavera comienza y la vida renace frente a nuestros ojos, con la lluvia de colores, y las múltiples formas que abren su mensaje de optimismo y sanación. Es un tiempo de apertura, expansión, renovación, de conectarnos a las nuevas ideas que nos hacen bien, aprendiendo la flexibilidad, la escucha, y el diálogo, en un intercambio creativo para una mejor comunicación.

Las abejas tienen más trabajo que nunca, las mariposas comienzan a abrir sus alas aprendiendo a volar, los pájaros cantan con más fuerza, los colibríes salen de sus nidos. Es la señal de un nuevo comienzo, de optimismo y esperanza. Es renovarse o seguir estancado.

La primavera es la expresión de la vida contenida en nosotros, es una invitación a comenzar un nuevo ciclo, a dejar atrás lo que ya no sirve y tomar lo que florece en nosotros. Es pasión pura, una explosión de olores, sabores, donde todo brota en un dar y recibir infinito. La naturaleza siempre nos enseña la manera noble y generosa de resucitar.

No escuchemos aquello que está dirigido especialmente a dañarnos, a asustarnos, a hacer de este mundo un lugar inseguro. Todo depende de Ti y lo que quieres que haya en tu espacio.

La naturaleza vibra con la luz solar, busca los mejores nutrientes para su desarrollo. Los árboles buscan el agua, y la naturaleza que habita en nosotros busca, como las raíces, aquello que nos lleva a una mente y un corazón verde, a instancias que dan un orden mental, una mayor tolerancia, despertando el amor y la comprensión. Alegría y felicidad.